Limpieza y Mantenimiento

La importancia de la higiene en la salud

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La higiene es una de las principales medidas que seguimos para evitar enfermedades. Por ello, la limpieza y salud son dos conceptos que van de la mano y uno depende en buena medida del otro. Son muchas las enfermedades que se pueden evitar cuidando la higiene en espacios de convivencia. En este post que hemos preparado en Limpiezas LM2 vamos a contarte la importancia de estos aspectos para la salud.

Higiene y salud: enfermedades que se pueden evitar a partir ambientes limpios

Ya que hemos empezado hablando de higiene, es necesario definir que este concepto hace referencia al conjunto de prácticas y hábitos que tienen como objetivo mantener la salud y prevenir enfermedades. La higiene se puede aplicar a diferentes ámbitos, como el personal, el ambiental, el alimentario, el laboral, entre otros.

Hoy nos enfocaremos en la higiene ambiental, que se refiere a las condiciones y medidas que se deben tomar para evitar la contaminación y la propagación de agentes infecciosos en los espacios donde vivimos y trabajamos. La limpieza es importante porque nos ayuda a prevenir enfermedades que pueden afectar nuestra calidad de vida y nuestro rendimiento. Algunas de estas enfermedades son:

Infecciones respiratorias

Este tipo de enfermedades son causadas por virus, bacterias u hongos que ingresan al organismo por la nariz o la boca. Algunos ejemplos son el resfriado común, la gripe, la bronquitis, la neumonía, la tuberculosis y el COVID-19.

Estas infecciones se pueden prevenir manteniendo una buena ventilación e iluminación natural en los ambientes, limpiando y desinfectando las superficies que se tocan con frecuencia, lavándose las manos con agua y jabón o usando alcohol en gel, cubriéndose la boca y la nariz al toser o estornudar, y usando mascarilla cuando sea necesario.

Infecciones gastrointestinales

En este caso, las infecciones son causadas por microorganismos que contaminan los alimentos o el agua que consumimos. Algunos ejemplos son la salmonelosis, el cólera, la hepatitis A y la amebiasis. Estas infecciones se pueden prevenir almacenando y conservando adecuadamente los alimentos, limpiando y desinfectando correctamente tanto utensilios de cocina, así como los espacios de preparación de los alimentos.

También se deben lavar los alimentos antes de consumirlos o cocinarlos, se debe beber agua potable o hervida, lavarse las manos antes de comer o preparar alimentos y evitar comer en lugares de dudosa higiene.

Infecciones cutáneas

Este tipo de infecciones son producidas por parásitos, hongos o bacterias que afectan la piel o las uñas. Algunos ejemplos son la sarna, la tiña, el impétigo y el pie de atleta. Estas infecciones se pueden prevenir manteniendo una buena higiene personal, así como manteniendo en perfectas condiciones espacios, como el suelo de las duchas y el baño en general.

En relación con la higiene personal la recomendación es bañarse diariamente con agua y jabón, cambiarse de ropa interior y de cama con frecuencia, secándose bien después del baño, evitando compartir objetos personales como toallas, peines o zapatos, y tratando las heridas o lesiones con antisépticos.

Como se puede ver, la higiene ambiental es fundamental para evitar muchas enfermedades que pueden afectar nuestra salud y bienestar. Por eso, es importante adoptar hábitos de limpieza y desinfección tanto en el hogar como en el trabajo, así como educar a los demás sobre la importancia de estas medidas. De esta manera, podremos vivir en ambientes más saludables y seguros para nosotros y para los que nos rodean.

Recomendaciones para cuidar la limpieza y la salud en el hogar y trabajo

Los espacios laborales y de convivencia son lugares donde pasamos gran parte de nuestro tiempo y donde interactuamos con otras personas. Por eso, es fundamental mantenerlos limpios y desinfectados, no solo para crear un ambiente higiénico y agradable, sino también para evitar la propagación de enfermedades que pueden afectar nuestra salud y la de los demás. Acá dejamos una lista de recomendaciones para la limpieza de estos espacios:

  • Planifica una rutina de limpieza que se adapte a las características y necesidades de cada espacio. Por ejemplo, en los espacios laborales se puede establecer un horario y una frecuencia de limpieza, asignar responsabilidades a cada trabajador o contratar un servicio especializado. En los espacios de convivencia se puede acordar con los demás habitantes o vecinos las tareas y los productos que se van a utilizar.
  • Utiliza los productos y los equipos adecuados para cada tipo de superficie y material. Por ejemplo, se pueden usar detergentes, desinfectantes, lejía, alcohol, vinagre, bicarbonato y otros, según las indicaciones del fabricante. También se pueden usar trapos, esponjas, escobas, aspiradoras, mopas, entre otros, según el tipo de suciedad y el nivel de desinfección que se requiera.
  • Limpia y desinfecta las superficies que se tocan con más frecuencia, como pomos de puertas, interruptores, mesas, sillas, teclados, teléfonos, mandos a distancia y similares. Para ello, se puede usar una solución de agua y lejía o un producto desinfectante que elimine los virus, las bacterias y los hongos. Se recomienda hacerlo al menos una vez al día o cada vez que se cambie de usuario.
  • Ventila los espacios al menos dos veces al día durante 10 minutos. Esto permite renovar el aire y reducir la concentración de agentes infecciosos. También se puede usar un purificador de aire o un humidificador para mejorar la calidad del aire, así como contratar los servicios de ozonización que permite la eliminación de microorganismos, contaminantes químicos, olores, gases contaminantes, elementos alérgenos, virus, sobrantes de humedad, entre otros, reduciendo hasta en un 98% las posibilidades de contraer enfermedades y su contagio.
  • Elimina los residuos de forma segura y frecuente. Para ello, se debe usar bolsas cerradas y contenedores con tapa. También se debe separar los residuos según su tipo (orgánicos, reciclables, peligrosos, y otros) y depositarlos en los lugares habilitados para su recogida. Se debe evitar acumular basura o dejarla expuesta.
  • Y para cerrar, un detalle muy importante, protege tu salud y la de los demás durante la limpieza. Para ello, se debe usar guantes, mascarilla y gafas si es necesario. También se debe lavar las manos antes y después de limpiar con agua y jabón o con gel hidroalcohólico.

Siguiendo estas recomendaciones podrás mantener tus espacios laborales y de convivencia limpios y desinfectados, lo que contribuirá a evitar la propagación de enfermedades y a preservar tu salud y la de los demás. Recuerda que la higiene y la salud son una responsabilidad compartida que requiere del compromiso y la colaboración de todos.

Igualmente, si necesitas contratar unos servicios profesionales de limpieza, puedes contactar con nosotros. En Limpiezas LM2 podemos dejar cualquier espacio impoluto y con una higiene de calidad.

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