La limpieza terminal hospitalaria es un proceso mediante el cual se mantienen las diferentes zonas del hospital completamente libres de microorganismos nocivos. Una de las cosas que más contribuye a la proliferación de bacterias, virus y otros tipos de organismos es la mala higiene.
Los sitios que cuentan con una limpieza e higienización deficientes, tienden a ser zonas de alto riesgo para la salud humana, sin importar la edad o el género. Sin embargo, en los hospitales esta situación se puede tornar más peligrosa, ya que se realizan procedimientos quirúrgicos y de otros tipos.
Cientos de personas enfermas o con heridas, ingresan todos los días a estas instituciones públicas o privadas. Debido a esto, para evitar que otros pacientes se infecten o agraven sus propias afecciones y dolencias, es necesario realizar una limpieza más rigurosa y eficaz.
No solo se trata de quitar el sucio de las superficies, sino de eliminar por completo cualquier tipo de organismo, sea o no patógeno, del ambiente. Es aquí donde interviene el método conocido como limpieza terminal.
Como hemos venido comentando, los hospitales, debido a sus características, requieren de una higiene completamente rigurosa. Todo el espacio que rodea al paciente, debe cumplir con los procedimientos establecidos por la institución para evitar brotes de infecciones, más aún ahora que hay una pandemia.
En ese sentido, retirar polvo, partículas y materia orgánica, forma parte del primer proceso de limpieza. Después se aplican métodos que permiten mantener las zonas del hospital en condiciones favorables. La limpieza terminal hospitalaria forma parte de estas técnicas de aseo.
Para entender la limpieza terminal hospitalaria, primero hay que saber que existen diferentes tipos de limpieza e higienización en los hospitales.
Una limpieza rutinaria hospitalaria, tal como su nombre lo indica, es aquella que es realizada por el personal encargado de este trabajo de manera diaria. Es una de las más comunes y conocidas, pues se aplican métodos eficientes y productos como detergentes. Aunque tiene su propio procedimiento, al igual que los otros tipos de limpieza, es un poco más genérico porque abarca todo el hospital.
La limpieza concurrente hospitalaria es un procedimiento que realizan los profesionales en la materia durante la hospitalización. Básicamente es un aseo que ocurre inmediatamente después de la expulsión de cualquier tipo de fluido corporal del paciente.
En el momento en que las superficies u objetos entran en contacto con estos fluidos, se contaminan, por lo que puede llegar a ser un riesgo para la salud tanto de otros pacientes, como del propio personal médico.
Hay que señalar que la limpieza concurrente también se realiza en otros espacios, tales como los baños, unidades de enfermería e incluso la cafetería. Este es un procedimiento básico de aseo en los hospitales públicos o privados
La limpieza terminal hospitalaria es mucho más específica, pues ocurre inmediatamente después del abandono del paciente de la unidad o habitación en la que se encontraba. Ya sea por alta, traslado o defunción, el personal deberá realizar una extremadamente rigurosa esterilización, dónde se utilizan productos más especializados.
Desde los muros y lavamanos, hasta los urinarios y suelos, cada rincón del espacio donde se encontraba el paciente, debe ser completamente limpiado y esterilizado. Este último procedimiento eliminará todo tipo de organismos presentes en la habitación, patógenos o no patógenos.
Gracias a los productos profesionales utilizados, se evitará que vuelvan a aparecer microorganismos en el lugar.
Los protocolos de limpieza, incluyendo la desinfección terminal, se dividen en zonas de alto riesgo, mediano riesgo y menor riesgo.
Los primeros en recibir atención son aquellos sitios que no representan un riesgo inmediato, para luego ir avanzando a los lugares más complicados.
Cabe aclarar que los productos deben ser utilizados de manera específica para evitar la dispersión del polvo.
Esto último quiere decir que no se pueden usar escobas y plumeros, entre otros utensilios. Durante el procedimiento de limpieza todas las normas de bioseguridad deben ser acatadas de manera estricta. El personal encargado de esta tarea tiene que usar equipos, uniforme, máquinas y productos indicados para el trabajo.
La limpieza terminal hospitalaria, junto a los otros tipos de limpieza, tiene que ser realizada por un personal capacitado para la tarea. Esto se debe a que tienen que emplear técnicas específicas y efectivas para la eliminación de microorganismos en el centro de salud u hospital.
Todas las superficies deben ser limpiadas, incluyendo las ventanas, pomos, puertas, etc. También hay que prestar atención a los objetos en sitios altos, sillas, mesas y camas. Igualmente baños, cortinas, suelos, paredes, y en general todos los elementos que se encuentren en los espacios a limpiar.
Cuando ocurren derrames producidos por los fluidos del paciente, se debe realizar una técnica de limpieza específica y haciendo uso de guantes, elementos absorbentes y productos higienizantes. Se limpia primero la zona afectada y luego el resto de la habitación.
Hay que mencionar que en caso de utilizar productos que sean tanto detergentes como desinfectantes, no será necesario aplicar un proceso de desinfección. Por otro lado, algo que debe evitarse a toda costa es la mezcla de productos químicos de limpieza, porque los vapores que producen pueden ser extremadamente peligrosos.
Asimismo, los paños, guantes, ropa, y elementos usados durante el aseo, tienen que pasar por un proceso de higienización antes de ser nuevamente utilizados.
Ahora que conoces más sobre el procedimiento de limpieza terminal hospitalaria, ¿qué opinas sobre el tema?
No olvides revisar nuestro blog para encontrar otros artículos interesantes como: